domingo, 6 de septiembre de 2009

Malcolm Lowry, la ebriedad




Comunicado de Prensa
Xalapa, Equez., Ver., domingo 6 de septiembre de 2009.

En la FILU 2009, proyectarán video de su vida
Malcolm Lowry, la ebriedad
por la literatura

· Bajo el volcán es un caleidoscopio que expande sus luces en múltiples direcciones: Miguel Espejo
· La colección Sergio Pitol Traductor cobijó el libro El volcán, el mezcal, los comisarios

Alma Espinosa

Y la fama destruye como un ebrio
la morada del alma y te revela
que tan sólo por ella trabajaste.
Malcolm Lowry

Cuando se menciona a Malcolm Lowry son inevitables dos aspectos fundamentales: su atormentada vida bajo los efectos del alcohol y su libro Bajo el volcán (1947); sin embargo, para algunos no hay una distinción real entre ambas porque la novela pareciera acercarse más a los atormentados rasgos autobiográficos.
Admirador de Baudelaire y buscador del más alto ideal humano en la degradación, Lowry fue un hombre que –parafraseando a Heidegger– nació, escribió, bebió y murió. Mencionar su afición a la bebida no obedece a una mera explicación insustancial de la obra por la biografía, sino a que ambas dimensiones, literatura y ebriedad, en él adquieren el estatuto de una revelación e interrogación.
A un centenario de su nacimiento (nació el 28 de julio de 1909 y falleció la noche del 26 de junio de 1957), la Universidad Veracruzana –que fue y es casa del escritor inglés al publicar bajo la colección Sergio Pitol Traductor El volcán, el mezcal, los comisarios– organizó un homenaje donde se reunieron diversas voces para dialogar sobre la ebriedad por la literatura de Malcolm Lowry.
Y a las 18:00 horas del próximo15 de septiembre, en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU 2009) continuará rindiendo homenaje a este gran escritor, con la presentación del video Centenario del natalicio de Malcolm Lowry, en el auditorio de la Facultad de Música de la UV, con la participación de Alberto Rebolledo, Óscar Menéndez y Félix García.

Poesía debajo del volcán
El escritor tuxpeño José Luis Rivas participó en el homenaje al autor de la novela de viajes Ultramarina, leyendo poemas de Lowry, a quien poco se le conoce en esa etapa de creatividad literaria.
Rivas sugirió la traducción de todos sus poemas porque hasta el momento sólo existe en español una selección reunida en Un trueno más allá del Popocatépetl (Editorial Era), que por cierto fue reeditada este año por Tusquets a propósito del centenario del genio inglés.
Lowry, además de ser un gran novelista y haber escrito la gran obra del siglo XX, Bajo el volcán, también era un poeta extraordinario cuya producción puede calificarse como pareja.
En la antología bilingüe traducida casi en su totalidad por Rafael Vargas se encuentran textos escritos por Lowry durante su estancia en la ciudad de Cuernavaca. En los versos habla del amor perdido, el horror que sufre, incluso escribe plegarias a los borrachos que parecieran morir con la resaca del día siguiente.
La poesía también le sirvió como ventana para mostrar el efecto negativo de la fama que cobró por Bajo el volcán. Cosa más inconveniente para un hijo de hombres ricos que siempre rechazó la fortuna de la familia y prefirió una vida nómada trasatlántica.
El poema “Tras la publicación de Bajo el volcán” es el marco por el cual se asoma Lowry: “Es un desastre el éxito. Más hondo/ que tu casa en llamas consumida,/ el estruendo de ruinas y el desplome/ ante el que asiste inerme a su condena”.
El siguiente verso es el epígrafe que da entrada a este reportaje, y concluye: “Ah, que nunca me hubiera traicionado/ el triunfo con besarme, y la tiniebla,/ la caída y zozobra permanezcan/ a mi lado y me cubran para siempre” (Traducción de José Emilio Pacheco).

Vida/obra sórdida
Bajo el volcán es una de las obras más conocidas y reconocidas de Malcolm Lowry. Para Miguel Espejo –quien bajo el auspicio de la Editorial UV publicó El jadeo del infierno: un ensayo sobre Malcolm Lowry– permanece como núcleo central de su obra inconclusa, interrumpida, perdida e incendiada, o según se le ocurriera inventar al inglés.
Y es que la genialidad creativa de Lowry lo impulsaba a elaborar numerosos manuscritos y borradores de sus novelas que su esposa Margerie Bonner corregía. Fueron tantos y era tal el descuido del escritor que irremediablemente los perdía o se quemaban, pero lo genial radica en la forma en que Malcolm lo contaba y exageraba.
De los textos del autor, según Espejo, es posible apreciar una tentativa de construir una tragedia con elementos provenientes de otros géneros, como el epistolar que con fragmentos y símbolos hacen de la novela por sus innumerables significados, significantes y significaciones un verdadero caleidoscopio que expande sus luces en múltiples direcciones.
La vida de Malcolm Lowry también transcurrió en múltiples direcciones domiciliarias, comenzando en su juventud con un viaje al Extremo Oriente a bordo de una embarcación que le aportó invaluables experiencias vertidas en Ultramarina.
Además de vivir un tiempo en Cuernavaca, Morelos, realizó una estancia en un hospital psiquiátrico en Nueva York, fue guionista en Hollywood. Terminó su aventura en la villa de Ripe en Sussex del Este (sureste de Inglaterra) con su misteriosa muerte.
Quizá más allá de misteriosa fue un deceso que nunca quedó claro para los amigos y familiares del escritor, pues la hipótesis de suicidio jamás fue comprobada satisfactoriamente. Esto porque algunos decían que su vida como escritor estaba nuevamente en ascenso y no había motivo para rendirse; sin embargo, su poema nos permite ver que el éxito no era una cuestión que le alegrara mucho.
La revista Nexos (julio 2008) publicó que el biógrafo más reconocido de Lowry, Gordon Bowker, cuestionó el veredicto de suicidio por la insistencia de tal hecho por su entonces esposa Margerie; además de que su novela más importante estaba a punto de reeditarse como libro de bolsillo en Vintage Classics y los productores de Hollywood se dieron cuenta del potencial cinematográfico de la novela.
Jan Gabrial, su primera esposa, tampoco aceptó el dictamen policial, por lo que en entrevistas dijo que la muerte de Malcolm Lowry a los 47 años no había quedado clara por completo. Y es que se determinó que había ingerido, además de alcohol, una sobredosis de barbitúricos (pentotal) que la pareja usaba para dormir.
Margerie encontró en la mañana de junio a Malcolm tirado en el suelo de la recámara, pero lo que nunca encontró fue una nota de despedida. La vida de esta pareja entre las letras, el alcohol y la violencia, provocó que la viuda fuera señalada culpable de la muerte del escritor.
José Luis Rivas piensa que el alcoholismo llevó a Lowry a una forma de conocimiento distinta, bastante cercana a la mística. Su apuesta por el alcohol, dice, no es fácil porque va en juego su propia vida. El hecho de que su obra fuera reducida a sólo una novela comprime su mundo por haber tocado las puertas del éxito con una obra maestra, lo cual es difícil de repetir.
Para el investigador Efrén Ortiz la vida de Malcolm Lowry es muy interesante porque lejos de disfrutar de las comodidades que le brindaba la fortuna de su familia, vivió como un paria, que es la idea que el artista de la vanguardia tiene de sí mismo. “Patea los valores morales de una sociedad con la cual no está de acuerdo. Es el típico maldito del siglo XX”, expresó.
Tanto Lowry como Bukowski y Ginsberg conforman una generación que marca una huella indeleble en los escritores posteriores. A Malcolm le toca la transición de la nueva sociedad en la que se reconocen grupos, ghettos, minorías y que exigen una voz; empero, Lowry todavía es el borracho y no bohemio.
De acuerdo con Efrén Ortiz, el poeta inglés dio un paso importante para gestar no solamente la confrontación de los valores de la vida misma sino también la búsqueda de una autenticidad que él encuentra.
Es interesante adentrarse en los pormenores de una vida de viajero que toca puntos extremos del planeta y se fija especialmente en México para convertirlo en el eje de toda una poética en la que inserta el simbolismo, las costumbres, el paisaje, la gente. De esta forma México se transforma en un motivo universal, del cual se van a nutrir otros escritores que también se fijaron en nuestro país.

Pies de fotos
El escritor argentino Miguel Espejo participó en la celebración que organizó la UV en honor de Malcolm Lowry.

Malcom Lowry fue un viajero trasatlántico que convirtió a México en el eje de toda una poética.

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