viernes, 18 de septiembre de 2009

CAMPUS MILENIO: LA HORA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA

CAMPUS MILENIO

SUMARIO

LA HORA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
Raúl Arias Lovillo*

EN EDUCACIÓN HAY QUE ENVIAR LO MEJOR A LOS MÁS NECESITADOS, NO LAS SOBRAS: VÍCTOR ARREDONDO ÁLVAREZ, SECRETARIO DE EDUCACIÓN DE VERACRUZ
Jorge Medina Viedas

LA POLÍTICA DE ESTADO PARA EL FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN, INEXISTENTE: RAFAEL LÓPEZ CASTAÑARES, SECRETARIO GENERAL EJECUTIVO DE LA ANUIES
Jorge Medina Viedas

GOLPE “BRUTAL”, EL RECORTE A LAS UNIVERSIDADES: ALFREDO DÁJER, RECTOR DE LA UADY
Jorge Medina Viedas

ESTAMOS LLEGANDO AL LÍMITE: CANDITA GIL JIMÉNEZ, RECTORA DE LA UJAT
Jorge Medina Viedas

UNA IMPRUDENCIA, EL RECORTE PRESUPUESTAL A LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS: EDUARDO GASCA PLIEGO, UAEM
Jorge Medina Viedas

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LA HORA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
Raúl Arias Lovillo*
Las universidades públicas, en la realidad actual del país, son un factor de estabilidad social y política; todavía más: las universidades mexicanas han creado un código común de valores y prácticas educativas en las que la calidad, la pertinencia, la innovación, la internacionalización y el compromiso social, se funden con la autonomía académica y la libertad de cátedra.
Es por ello que hoy tenemos mejores universidades, con profesores e investigadores más capaces, recursos tecnológicos e infraestructura mucho más modernos y avanzados que antes. Hoy no se habla de una crisis de la educación superior como en el pasado; todas las universidades públicas dedican parte fundamental de sus esfuerzos a la evaluación y a la acreditación de sus programas educativos. Todas luchamos por la calidad.
No obstante, la educación superior enfrenta problemas de diversa naturaleza: sólo el 26.5 por ciento de los jóvenes mexicanos tienen acceso a las aulas universitarias; otros muchos no encuentran un espacio en las universidades de su predilección; persisten problemas laborales, de simulación académica y, por supuesto, la insuficiencia de recursos públicos sigue siendo uno de los grandes déficits de las políticas gubernamentales.
Lo paradójico es que mientras en otros países del mundo la inversión pública en educación superior es motivo de protección y blindaje por parte de los gobiernos, aquí en México un sector de nuestra clase política sigue sin asumir que la educación es la apuesta más segura para que el país aspire a un futuro de justicia, bienestar y competitividad.
Una universidad estable y moderna
Por su parte, la Universidad Veracruzana ha puesto su mejor empeño en la búsqueda de la consolidación académica. Hoy es una universidad con una diversidad y amplitud de programas educativos que evidencian su creciente participación en la vida de Veracruz. Son pocos los espacios públicos o de los ámbitos productivo y cultural de la entidad en el que no se haga presente con sus egresados o con sus acciones académicas, de vinculación y de difusión de la cultura.
Al mismo tiempo, es una institución moderna en su operación pedagógica y tecnológica, bien articulada en sus planteamientos institucionales para enfrentar las exigencias de la globalización, la democratización, la eficiencia y la calidad.
Atendemos a una tercera parte de la matrícula estudiantil del nivel superior y una parte muy significativa de la investigación científica, tecnológica y humanística de Veracruz se realiza en nuestra casa de estudios.
Esto es lo que garantiza pero a la vez compromete la continuidad de nuestro proceso de academización de la universidad.
Pero sería un grave error de nuestra parte creer que continuidad es sinónimo de continuismo. Peor aún sería pensar y actuar desde el triunfalismo, deformación de la arrogancia política que aquí no tiene sentido ni razón de ser, pero que suele acomodarse al conservadurismo de quienes no quieren que la Universidad Veracruzana siga en su trayectoria reformadora.
La academización no es un concepto banal; no es ni coartada ni lema de un programa; la academización reconoce los rezagos pero hace valer las herramientas para superarlos; y es la vía más segura para corregir decisiones y encauzar los programas renovadores, motivando e incorporando a los universitarios en la superación de la universidad.
En suma, la academización es sinónimo de transformación y no de conformismo. Es el proceso mismo de la universidad en la dinámica de su quehacer cotidiano, en la que se resume la calidad, la innovación y la sustentabilidad, como fundamentos de las actividades sustantivas, de gestión y de regulación de la vida universitaria.
Hoy la universidad es más exigida en su quehacer sustantivo y en sus obligaciones con la calidad, la innovación y la transparencia. Es bueno que así sea. Si se nos exige desde la sociedad, la Universidad Veracruzana se exige más a sí misma; en la reafirmación de nuestro compromiso con la filosofía y los programas de nuestro proyecto académico, está el contundente rechazo al estancamiento y a la mediocridad en la institución.
Asimismo, los hechos demuestran que hemos llegado a un punto de nuestro trayecto histórico, en el que nuestra responsabilidad académica tiene un mayor peso social, y en nuestra responsabilidad social recae un mayor peso académico.
Me pregunto en estas circunstancias: ¿Podemos, compañeras y compañeros universitarios, ser indiferentes a los graves problemas que enfrenta la sociedad mexicana? A la crisis económica y social hay que sumar la crisis de destino y de proyecto nacional.
Una universidad pública como la nuestra no puede estar ajena al quebranto moral de los ciudadanos, ni tampoco puede desatender la descomposición social. Nada pone más en evidencia la declinación de una sociedad que el extravío de los valores, la falta de cohesión social y la pérdida del respeto a la vida humana.
No soy de los se recrean en el pesimismo, pero hay que reconocer que México está en riesgo de convertirse en un país inviable, exactamente todo lo contrario a lo que son nuestros deseos y a las intenciones de nuestras propuestas académicas. Si eso llegara a ocurrir, se cancelaría el futuro de millones de jóvenes. Porque creo en el optimismo de la voluntad, debemos cumplir con nuestra cuota de responsabilidad para impedirlo.
En esta tarea no pretendemos que la universidad haga más de lo que la sociedad le ha señalado como sus funciones sustantivas. Ni mucho menos lo que no le corresponde. Pero entendemos que la dimensión de los problemas nos involucra directamente y nos afecta.
Ya no es suficiente apoyar el desarrollo económico ni pensar todo en términos de eficiencia y de productividad. Hay valores y actitudes que no se miden a partir de costo y beneficio.
Quiero recordar aquí que nuestra universidad nació en un momento de transición de la vida nacional. El de hoy es otro momento de tránsito y de nuevas definiciones: en el Primer Foro Universitario que celebramos en junio de este año, fueron muchas las voces que expresaron que hoy la universidad tiene que dar un paso más hacia su consolidación académica.
Pero señalaron repetidamente que en las circunstancias actuales de la nación, debe asumir un papel mucho más protagónico, apoyando la construcción de un modelo de sociedad menos desigual y más democrática.
Estamos del lado de aquellos que consideran que las responsabilidades de una universidad pública trascienden las aulas universitarias. No olvidemos que nuestras instituciones no nacieron para rendir culto al ostracismo ni para ser torres de marfil. Nacieron para vivir y sentir la historia, las experiencias, las tradiciones, el color y las entrañas de nuestro pueblo. Para aprender de su pasado; para pulsar su presente y su futuro.
Hacia un nuevo modelo
Considero que llegó el momento de que los egresados de las universidades públicas retomen la conducción política, intelectual y técnica del país. Quienes impulsaron las teorías que sostienen el actual modelo económico son los mismos que llevaron al país al estancamiento y a la recesión; sus dogmatismos en la política económica y sus visiones anacrónicas y reduccionistas del papel del estado, se han agotado.
La construcción de un nuevo modelo para el desarrollo nacional, ha de ser ahora responsabilidad de los profesionales y técnicos de las universidades públicas, a quienes debemos de formar y educar en la convicción y el compromiso con la sociedad y sobre todo con los que menos tienen.
Estoy convencido de que esta es la hora de la universidad pública. Es la hora de la universidad socialmente responsable. En este momento de inflexión, la Universidad Veracruzana luchará por estar presente en esta formidable tarea en todos los foros y espacios de discusión pública que la requieran y, al mismo tiempo, contribuyendo con nuestras capacidades a la formación de los recursos humanos que requiere nuestro estado y que exige nuestro país.
* Rector de la Universidad Veracruzana.
(Este es un fragmento con ligeras adaptaciones del discurso de toma de posesión, pronunciado el 1 de septiembre en Xalapa, Veracruz.)
Campus Milenio
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EN EDUCACIÓN HAY QUE ENVIAR LO MEJOR A LOS MÁS NECESITADOS, NO LAS SOBRAS: VÍCTOR ARREDONDO ÁLVAREZ, SECRETARIO DE EDUCACIÓN DE VERACRUZ
Jorge Medina Viedas
En educación hay que olvidarse de los votos, hay que enviar lo mejor y no las sobras a los más necesitados, y es necesario que los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) conozcan el México suburbano, rural e indígena, y no sólo el de Santa Fe, Las Lomas y Polanco, para definir las políticas educativas del país, afirmó Víctor Arredondo Álvarez, secretario de Educación del estado de Veracruz.
El ex rector de la Universidad Veracruzana y también ex funcionario de la Secretaría de Educación Pública federal aseveró lo anterior en entrevista con Campus, e hizo un recuento de las acciones educativas en Veracruz, a unos meses de cumplir cinco años al frente de la Secretaría de Educación del gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Arredondo Álvarez, doctor en Psicología por la Universidad de West Virginia, señaló la importancia de los referentes nacionales para el trabajo educativo, como el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa del Sector para orientar los esfuerzos estatales, y valoró positivamente que en el Programa Sectorial se establezca, por primera vez de manera comparativa en los ámbitos nacional e internacional, metas muy concretas que pueden ser medibles y verificables sobre cuestiones de calidad.
Es interesante, aseguró Arredondo, que México defina, por primera vez, que en las evaluaciones internacionales como la de PISA (Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes), “va a acrecentar su posición en torno de las evaluaciones de hace tres años en un porcentaje determinado”.
El ex rector de la UV afirmó que, con ello, tanto el gobierno federal como los estados se obligan “a definir estrategias conjuntas, colaborativas, sumando esfuerzos, experiencias exitosas, con el propósito de presentar el desempeño escolar de nuestros alumnos, y un dato adicional que vale la pena resaltar es que se esté enfocando el tema medular: la calidad de la educación, la mejor forma de medirla es por medio del desempeño escolar de los estudiantes”, expresó.
De esa forma, estableció el funcionario veracruzano, como miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México se va a comparar internacionalmente y en el interior va a fortalecer el compromiso de acrecentar su desempeño con base en indicadores.
Los cuatro Méxicos
Lo que sucede en el momento en que México asume estos compromisos, es que las evaluaciones en el sistema educativo mexicano reflejan la realidad de los cuatro Méxicos que tenemos, afirma el ex rector de la Universidad Veracruzana.
Para empezar, el México urbano, explica Arredondo, “beneficiado con condiciones económicas favorables; en ese segmento México compite con muchos países y le va muy bien. El México suburbano, con su sistema educativo también suburbano, que representa al México marginal que recibe a poblaciones dinámicas donde la cohesión social y familiar no se dan, donde los alumnos van a escuelas dotadas de condiciones mucho más desfavorables que las urbanas, donde los maestros y los directivos no están capacitados para abordar temas concomitantes a esta población como la desintegración familiar, donde emergen los primeros síntomas de una juventud rebelde que tiene el canto de las sirenas de la delincuencia, de las drogas.
“Tenemos también el México rural, que está esperando todavía los beneficios de una política social distributiva. Y tenemos el México olvidado, que es el entorno del sistema educativo indígena.
“Si analizamos con detalle las evaluaciones nacionales e internacionales, lo que están reflejando son esas cuatro realidades diferenciadas”, manifiesta el también académico veracruzano.
Pero lo grave del tema, asevera, es que la SEP no ha logrado hacer una convocatoria nacional para sumar esfuerzos que actúen de manera diferenciada en esos cuatro Méxicos y en los cuatro subsistemas educativos que tenemos.
A los indígenas, las sobras del sistema educativo
Para Arredondo, “al subsistema indígena y al rural les mandamos las sobras —no las obras—; le mandamos maestros improvisados: Conafe no hace otra cosa que enviar a jóvenes de secundaria y preparatoria disque como maestros; los programas y los materiales que llegan cumplen más bien una misión de la expectativa administrativa más que educativa, pedagógica.
“Los estados de la república con mayor densidad de población indígena y rural no están recibiendo los respaldos especiales para la consolidación de la infraestructura de operación escolar que se requiere, porque al final de cuentas hay un paradigma muy rebasado que todavía está siendo aplicado por la SEP, que es el hecho de que mandamos a las escuelas rurales o indígenas lo que nos quede de haber repartido lo mejor a las escuelas urbanas y suburbanas, cuando lo que México necesita ya, y con urgencia, es un cambio paradigmático en la educación: necesitamos mandar lo mejor a donde más se necesita”, reivindica Arredondo en su explicación.
Asimismo, el ex director general de Educación Superior de la SEP reclama que “éste es el punto que debe orientar una acción educativa que podrá realmente consolidar el desempeño educativo de nuestro país en los ámbitos nacional e internacional. En el México de Santa Fe, de Las Lomas, de Polanco, que es probablemente el que conocen algunos funcionarios de la SEP, no se cubren todas las expectativas; se necesita una redefinición. Necesitamos mandar lo mejor a donde es más urgente”.
La gente no quiere galletas…
Víctor Arredondo relaciona estas políticas erráticas con el tema de la equidad, y señala que sería importante saber en qué consisten los programas que se están planteando para el combate a la pobreza.
Ante la perspectiva de que la política social se inscriba en la lógica de la política, precisa que “la gente no quiere más galletas ni juguetes, la gente necesita información, conocimiento, educación de calidad. Quiero ver un programa de Oportunidades que no lleve solamente vales de comida de Conasupo; quiero un programa de Oportunidades que invierta en infraestructura educativa escolar, que introduzca conectividad y nuevas tecnologías en las escuelas rurales e indígenas, que invierta en capacitación del magisterio.
“Si realmente queremos romper el concepto del asistencialismo para llevar la perspectiva de un México mejor, olvidémonos de los votos. El presidente Felipe Calderón está convocando a tomar las soluciones de fondo, pues vamos a tomarlas. Vamos a hacer que Oportunidades invierta en infraestructura escolar, que las escuelas rurales tengan conectividad, baños, techos, maestros con la posibilidad de calificarse cada vez mejor. Y vamos a poner incentivos para que los mejores maestros se vayan a las escuelas rurales e indígenas del país”, demanda el secretario de Educación de Veracruz.
Lo que se necesita, inquiere, son “cambios radicales”.
Un funcionario inconsciente y poderoso
La realidad es que cuando se ve la magnitud de las necesidades para mejorar la educación, “se entiende mejor la necesidad de invertir más donde más se necesita”, afirma.
Pero, por otra parte, expresa con acrimonia, “llevo dos años planteando este tema en el Consejo Nacional del Autoridades Educativas y siguen desfasadas las autoridades federales: no han querido entender que la asignación de fondos de educación básica mediante el FAEB (Fondo de Aportaciones a la Educación Básica) con la fórmula que un administrador de mediana posición de Hacienda decidió y no se ha querido revisar, está impactando los recursos de presupuesto irreductible de alrededor de 18 estados, de los cuales 14 son los que tienen más necesidad de apoyo fiscal. Los recursos de esos estados se están trasladando a aquellos que han tenido la mejor posibilidad de invertir en educación básica. Porque a este funcionario, de una posición media, se le ocurrió que había que compensar con más dinero a los estados que más invertían en educación básica, quitándoselo a los estados con más necesidades”.
Explica que se trata de una fórmula regresiva, que está llevando a las condiciones de hace 60 años en México, cuando lo que se ha entendido es que los ingresos fiscales deben redistribuirse para generar desarrollo equitativo en la nación.
Esta formula de Hacienda, abunda, quita recursos a los más pobres y se los sitúa a quienes han estado en la posibilidad de invertir más en educación básica, advierte.
“Lo grave de esta fórmula es que no aplican el mismo criterio para el caso de educación media superior y superior. Veracruz está entre los tres estados de la república que más recursos estatales le asigna a educación media superior y superior y no hay un fondo equivalente. El tamaño del impacto de esta medida nos va a llevar a circunstancias inmanejables. Este año Veracruz perdió 484 millones de pesos, el próximo año serán 900 millones de pesos. Es impresionante que no encontremos un eco en las autoridades federales sobre este tema que por desgracia tendrá que volver a ser resuelto en la Legislatura federal, porque al Ejecutivo le parece que éste no es un tema trascendente, no le ponen atención”, subrayó el ex rector de la UV.
Para Arredondo, en conclusión, se tienen metas ambiciosas del desempeño escolar mexicano, donde todos sabemos que el desempeño nacional no es otra cosa más que el promedio de la evaluación de todos nuestros alumnos, desde los indígenas, los que están en zonas marginales, hasta los que estudian en zonas urbanas.
Y especifica que México no logrará elevar el desempeño de los alumnos “si no le entra en serio al tema de la equidad educativa y para ello se requieren políticas audaces, soluciones de fondo, cuestiones que hasta ahora no veo que en la SEP haya interés de tomarlas en esa magnitud”.
En educación superior, reacción tardía
Al ser inquirido sobre la situación de la educación superior, crítico, el ex rector de la UV enfatiza que hay una reacción tardía en reconocer la importancia de las nuevas tecnologías y nuevas modalidades de educación no presencial para ampliar la cobertura, señaló.
“La gran desgracia es que el proyecto que ha propiciado la SEP va en el sentido de ir a buscar afuera, en otro país, en España, en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, las respuestas a cuestiones que aquí en México se han venido trabajando desde hace años”.
Se refirió, asimismo, a la falta de reconocimiento a los proyectos innovadores de Veracruz por parte de la SEP, no se diga a la falta de apoyo financiero, por lo que los proyectos de innovación que hoy están desarrollándose en el estado operan con recursos estatales.
“Ésta es una verdadera desgracia cuando he comentado que el referente como meta nacional es mejorar las perspectivas del sistema educativo nacional, mejorar su desempeño, pero creo que con una gran insensibilidad e incapacidad para reconocer y respaldar. Llevamos ya tres años y medio a la espera de que se nos atienda, que se nos dé respuesta, y yo en lo personal llevo casi tres meses solicitando una entrevista con el secretario de Educación para poder plantearle las inquietudes que tenemos”, reclamó el secretario de Educación de Veracruz.
La complejidad realidad veracruzana: retos y acciones
El ex rector insistió en la complejidad de Veracruz que tiene consecuencias en las políticas y las acciones educativas. “Nosotros nos planteamos con toda claridad acrecentar la calidad educativa, enfocados fundamentalmente en el desempeño de nuestros alumnos y usamos con mucho cuidado el referente de las evaluaciones comparativas, pero frente a esta realidad de los cuatro Méxicos y los cuatro susbsistemas educativos, particularmente en Veracruz se convierten en desafíos enormes”, comenta Arredondo.
Veracruz es el estado de la nación con un problema histórico de dispersión geográfica. Cuenta con el mayor número de poblados, con mayor número de servicios educativos: 7 mil 200 poblados con 23 mil planteles educativos, sobre un territorio también orográficamente complejo”.
Si se quiere aplicar una política educativa trascendente, “necesitamos actuar en esas siete, 200 localidades”, asegura el funcionario.
“No obstante —explica Arredondo—, se han hecho programas detonadores clave para la entidad. Los llamamos detonadores porque lo que necesitamos es impactar de manera expansiva”. Arredondo explica los programas estratégicos con un orden.
El canal educativo que es un proyecto que utiliza los medios de comunicación masiva como son radio y televisión para que con esta cobertura casi universal que tiene la red de televisión pública en Veracruz se emprendan programas de hábitos de estudio, de enseñanza de las matemáticas, comprensión de lectura, capacitación de maestros, atención de temas vitales para las evoluciones nacionales e internacionales.
Arredondo refiere la importancia especial de programas orientados a convocar a los padres de familia para que apoyen en las tareas escolares y en el desempeño de sus hijos en los centros educativos. “La programación que hemos producido nos ha permitido ser el único estado de la república en que hemos transmitido clases por televisión durante épocas particulares de contingencias ambientales o sanitarias”, asevera.
Un segundo, explicó el secretario, es el Consorcio Clavijero, el cual es una apuesta para desparramar con el uso de nuevas tecnologías, oportunidades de capacitación del magisterio en más de 400 puntos de enlaces públicos en el territorio veracruzano y todos aquellos lugares donde exista conectividad a internet para que los maestros en sus casas, en sus lugares de trabajo, puedan acceder a los programas de capacitación y actualización del magisterio que los desparrama el Consorcio Clavijero, pero que los produce un número impresionante de instituciones tanto de Veracruz como nacionales y en el extranjero.
El otro programa estratégico son los Centros Rébsamen que se relacionan con los centros regionales de soporte a la actualización del magisterio y servicios de gestión y administración.
El cuarto es el proyecto Vasconcelos, que lleva a las comunidades las aulas móviles con la última tecnología para controlar programas de desempeño de los alumnos en matemáticas, en comprensión de lectura, en la formación científica, en la actualización de los maestros en el uso de Enciclomedia, de las nuevas tecnologías, de programas educativos basados en la comprensión, entendimiento, razonamiento, explica.
El quinto y último programa estratégico es la alfabetización, que consiste en el esfuerzo de apuntalar una coordinación colaborativa entre los niveles de educación superior y media superior para propuestas de alfabetización de adultos.
Pero Arredondo recuerda que estas líneas de acción se llevan a cabo en alianza con proveedores de servicios, desarrolladores de software educativo, de nuevas tecnologías, líderes en la materia en el ámbito nacional, que hemos convocado para que nos ayuden a desparramar oportunidades de mejoramiento de los recursos de apoyo al aprendizaje de nuestros estudiantes y maestros.
E insiste en que noventa y tantos por ciento de estas tareas se realizan con recursos estatales. “Hemos logrado sensibilizar al gobierno federal, a la SEP, de que estamos trabajando en la misma línea, de que estamos concursando y coadyuvando en el logro de las metas nacionales, pero hasta ahora, pienso que no nos han visto seriamente como aliados a quienes vale la pena apostarles…”, señala.
Compromiso es compromiso
Inquirido sobre el impacto de la educación en el desarrollo de Veracruz, Arredondo Álvarez señaló que eso debe medirse bien.
Asegura que en lo que respecta a indicadores, yendo de la educación superior a la alfabetización de adultos, “lo que estamos viendo es una participación cada vez más comprometida de nuestras instituciones de educación superior, desde la Universidad Veracruzana, pasando por todas las instituciones de educación tecnológica”.
Considera que hay un interés mucho más genuino, comprometido, con el desarrollo local. Existen en proceso un número exponencial de proyectos, programas, acciones, y ahora ya con resultados. “Y esto es parte de una convocatoria que está haciendo el propio gobernador Fidel Herrera, que es conocido por su permanente presencia en todo tipo de localidades veracruzanas donde lo que hace es favorecer los vasos comunicantes de los proyectos colaborativos entre todos los sectores. Y uno muy importante en el programa de desarrollo comunitario, de desarrollo regional, son las instituciones de educación superior y hay proyectos múltiples que te podría relatar”.
Arredondo especificó unos ejemplos: la participación de los jóvenes estudiantes en los programas de educación de adultos del Instituto Veracruzano de Educación de Adultos (IVEA), los estudiantes que están participando en campañas de alfabetización en las zonas más necesitadas de Veracruz, las parcelas escolares, entre algunos de los ejemplos de participación social.
A 14 o 15 meses de concluir el sexenio, Arredondo manifiesta que se ha comprometido desde el principio a poner a Veracruz en los primeros diez lugares en la tabla nacional en lo que se refiere al desempeño de los alumnos.
No obstante, en las evaluaciones del PISA, Veracruz hace cuatro años y medio aparecía en el lugar 25, 26 o 27 en las distintas mediciones en la tabla nacional.
“Soy muy consciente del tiempo que nos queda, pero lo mantengo como compromiso y vamos a hacer lo que se pueda para entrar a ese logro tan importante. Todavía nos falta camino que recorrer, pero ése es el motor de nuestro esfuerzo”, afirmó el ex rector de la Universidad Veracruzana, Víctor Arredondo. Hablarán los resultados.
Campus Milenio



LA POLÍTICA DE ESTADO PARA EL FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN, INEXISTENTE: RAFAEL LÓPEZ CASTAÑARES, SECRETARIO GENERAL EJECUTIVO DE LA ANUIES
Jorge Medina Viedas
Son dos los asuntos que en los actuales tiempos de recortes presupuestales atañen y preocupan a las universidades. Rafael López Castañares, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), disecciona ambos: la autonomía como un concepto que no se vulnera con las evaluaciones a las que las universidades se incorporan, de manera voluntaria y, sí, en pleno ejercicio de esa autonomía.
De hecho, considera que ninguno de los actuales procesos de evaluación se realiza como sustento para asignar recursos económicos contradice la garantía de autonomía. De ahí la segunda preocupación: el financiamiento.
Una política de Estado para el financiamiento de las IES es indispensable para el buen funcionamiento y desarrollo de éstas. López Castañares señala que, ante esta realidad inobjetable, “tanto en las administraciones en las que el PRI tenía la Presidencia como en las dos emanadas del PAN a partir del año 2000, el gobierno federal no ha establecido una política de financiamiento con visión de largo plazo.
Es decir, asegura el secretario general ejecutivo de la ANUIES, esta política no existe como tal, lo cual se ha reflejado, en la presente década, en la falta de continuidad de los fondos de financiamiento destinados a la educación superior desde la formulación de los proyectos presupuestales por parte del Ejecutivo. Ahí está el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2010 que en días pasados el Ejecutivo federal envió al Congreso como muestra, destaca.
Y remata: “los recortes presupuestales afectarán de manera significativa el desarrollo de diversos programas académicos de las universidades, tanto para la consolidación académica como para la ampliación de la oferta”. A ésas y otras cuestiones se refiere en el siguiente diálogo.
¿Cuáles son los efectos relevantes de la evaluación de las instituciones de educación superior? ¿Qué aspectos de ésta deben ser revisados?
Entre los distintos efectos que puede tener un proceso de evaluación, el más importante es el de contribuir a mejorar lo que se evalúa. Una buena evaluación proporciona elementos de juicio para tomar decisiones que incidan en la planeación de las acciones correctivas, de mejoramiento o, si es el caso, para mantener los buenos desempeños y resultados.
En el ámbito de las instituciones de educación superior (IES), lo deseable es la evaluación integral de cada casa de estudios, lo que implica enfocarse hacia sus componentes, sus procesos, sus resultados y sus impactos en el entorno en que actúan. Pero si hubiera que destacar sólo un aspecto, éste sería el de los resultados, el relacionado con la medida en que se alcanzan los propósitos y las metas. Y en todas las IES el objetivo prioritario —el que tienen en común— es formar personas capaces para la vida, lo que implica dotarlas de capacidades diversas, entre ellas las profesionales y las de la ciudadanía en un marco de valores y principios, así como de actitudes positivas. De ahí la necesidad de que las IES establezcan “unidades institucionales de evaluación” con personal especializado y sistemas técnicamente sustentados. Al proceder de esta forma, las universidades tendrán elementos para mejorar su eficacia y ofrecer programas de estudio, apoyos y servicios pertinentes, es decir, congruentes con las necesidades culturales, económicas y políticas de su entorno.
¿Podría señalarnos el significado de la autonomía en la situación actual? ¿Cómo la definiría?
El significado de la autonomía universitaria en la actualidad es y debe ser el que le da el artículo tercero de la Constitución, el cual reconoce a universidades e instituciones de educación superior con esta condición, la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; de realizar sus fines de educar, investigar y difundir la cultura respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas, así como la libertad de determinar sus planes y programas; fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico, y administrar su patrimonio
En términos prácticos, ¿afecta la evaluación la autonomía de las universidades?
No. Las universidades se fortalecen cuando demuestran que su pleno ejercicio de la autonomía conduce a buenos resultados, y demostrar esto requiere de evaluaciones confiables, realizadas internamente y otras externas aceptadas en ejercicio precisamente de la autonomía. Actuar con transparencia demanda esta actitud. Las IES que integran la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) han sostenido estos principios reiteradamente y sus interlocutores en los gobiernos y en los sectores sociales así lo entienden.
¿Tiene vigencia la autonomía concebida como el derecho al autogobierno en los términos de la Constitución?
Tiene tanta vigencia como obligación tenemos todos los mexicanos de respetar y hacer respetar nuestra Constitución.
Desde una perspectiva histórica, ¿ha servido la autonomía universitaria en la vida de las universidades mexicanas?
Más bien el sentido de esta pregunta debe ser en torno de saber si se ha ejercido con responsabilidad y se ha respetado plenamente esta garantía; si se han aprovechado las circunstancias de libertad académica y libre discusión de las ideas para el mejor desempeño de las tareas educativas y las de investigación y difusión de la cultura. El problema no está en el concepto de autonomía, sino en la actitud con que se entiende y maneja. La perspectiva histórica nos dice que no siempre ni en todos los casos se ha respetado la autonomía universitaria, y que quienes intentaron o, incluso, lograron vulnerarla, han sido varios y han actuado desde fuera y desde dentro de las universidades.
La perspectiva histórica registra que la ANUIES, desde su fundación hace 60 años, reiteradamente ha defendido, ante propios y extraños, el principio de autonomía. Fueron gestiones de las universidades en el contexto de la asociación las que condujeron a la incorporación de la autonomía universitaria como garantía constitucional.
En los procesos de evaluación o en la aplicación de las políticas de los gobiernos federal y estatal se producen contradicciones con la autonomía universitaria, como lo señalan algunos investigadores educativos, ¿de qué manera pueden superarse?
Ignoro a qué contradicciones y a qué investigadores en particular se refiere. En cambio, no ignoro que en la relación entre las universidades autónomas y los gobiernos a menudo surgen diversas y hasta contradictorias interpretaciones, especialmente cuando se ponen en práctica políticas que inciden en financiamientos adicionales y extraordinarios que se desprenden de los resultados obtenidos en distintas evaluaciones.
Considero que ninguno de los procesos de evaluación que actualmente se realizan como sustento para asignar recursos económicos contradice la garantía de autonomía. La política de asignación de recursos mediante fondos con base en reglas de operación es transparente y son las IES las que deciden —en ejercicio de su autonomía— su participación y presentan y proyectos y solicitudes.
Interpretar que a las instituciones autónomas han de asignárseles recursos fiscales sin tomar en cuenta sus desempeños y resultados, incluso en el financiamiento ordinario es lo que provoca contradicciones, pues jurídica y moralmente tales recursos no han de ejercerse en forma irrestricta. Más allá de este tipo de interpretaciones, cada año las instituciones públicas rinden cuentas y publican los resultados de sus ejercicios presupuestales y cada vez se avanza en los procesos internos y externos para evaluar los resultados de sus funciones de docencia, investigación y difusión cultural.
En términos del concepto establecido en la Constitución sobre la autonomía, ¿considera necesario una reforma o una reglamentación al respecto? Si es así, ¿en qué términos?
Es difícil que algo no pueda ser mejorado, pero creo que modificar el concepto de autonomía universitaria que establece la Constitución no es algo necesario ni urgente. Además, no será posible establecer un concepto que esté libre de interpretaciones, sobre todo de las interpretaciones sesgadas deliberadamente. En el campo de las reformas en la legislación hay otros problemas y otras prioridades pues la autonomía universitaria no se está amenazando.
Respecto del financiamiento, ¿cuál es su postura frente a la política del gobierno federal?
Uno de los planteamientos que hemos formulado en la ANUIES desde hace varios años es la necesidad de contar con una política de Estado para el desarrollo de la educación superior y su financiamiento. Tanto en las administraciones en las que el PRI tenía la Presidencia como en las dos emanadas del PAN a partir del año 2000, el gobierno federal no ha establecido una política de financiamiento con visión de largo plazo.
Si nos situamos en la presente década, la inexistencia de esta política se ha reflejado, entre otros aspectos, en la falta de continuidad de los fondos de financiamiento destinados a la educación superior desde la formulación de los proyectos presupuestales por parte del Ejecutivo. Salvo para el presupuesto correspondiente a 2008, en ningún año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha incorporado en los proyectos de presupuesto recursos para dar continuidad a programas de las IES públicas financiados con diversos fondos que han resultado de vital importancia para el mejoramiento de la calidad, tales como los fondos de consolidación, incremento de matrícula de las universidades públicas estatales y modelo de asignación adicional al subsidio, o bien para resolver problemas financieros de carácter estructural, como el destinado a las pensiones de los trabajadores universitarios, el reconocimiento de plantilla y el de saneamiento financiero para las universidades con menores índices de subsidio por alumno.
Ha sido en la Cámara de Diputados, gracias a las gestiones realizadas por la ANUIES, por los legisladores y por diversos actores, la que ha posibilitado que cada año las instituciones de educación superior cuenten con mayores recursos.
¿Cuáles serán los efectos de los recortes desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo en las universidades? ¿Qué más va a hacer la ANUIES ante el problema?
El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2010 que en días pasados el Ejecutivo envió al Congreso, muestra la inexistencia de una política de financiamiento para la educación superior al recortar diversos fondos de financiamiento, reducir los montos de los que se mantienen y afectar los presupuestos de las instituciones.
Los recortes presupuestales afectarán de manera significativa el desarrollo de diversos programas académicos de las universidades, tanto para la consolidación académica como para la ampliación de la oferta. Para empezar, el recorte anunciado para 2009, equivalente a 1 por ciento del presupuesto ordinario de cada institución, afectará al gasto de operación, puesto que no se afectará el pago de salarios de los trabajadores. Este recorte, aplicado en el último cuatrimestre del año, será de mayor magnitud en cada una de las casas de estudio; ya los rectores han mostrado su inconformidad, porque dificultará a las universidades cumplir con sus compromisos contraídos.
Si no se corrige el proyecto de presupuesto para 2010, cuantitativamente se tendrá una variación negativa en todos los indicadores de financiamiento en educación superior: el presupuesto en las subfunciones presupuestales de educación superior y de posgrado disminuiría en 6.2 por ciento en términos reales; como porcentaje del producto interno bruto (PIB), se pasaría de 0.66 a 0.60 por ciento, y el subsidio federal por alumno de educación superior pública, de acuerdo con las estimaciones de matrícula del Tercer Informe de Gobierno, disminuiría en cerca de 5 mil pesos, al pasar de 45 mil 600 a 40 mil 900 pesos. Los demás indicadores (como la proporción del gasto en educación superior respecto del gasto programable y el gasto en educación) también observarían una variación a la baja.
Si se considera el proyecto de presupuesto para las instituciones y para los diversos fondos de financiamiento, se retrocedería en 7.2 por ciento: a pesos constantes de 2010 se enfrentaría una disminución mayor a los 7 mil millones de pesos.
Cualitativamente, se afectarían diversos proyectos académicos y de expansión de las universidades, entre otros: los planes de expansión y diversificación de matrícula, la realización de reformas académicas para la consolidación de los programas educativos, desarrollo de las tecnologías de educación abierta y a distancia, la formación del personal académico, los servicios de apoyo a los estudiantes, programas de investigación y actividades de difusión cultural.
El planteamiento de que se apruebe o aplique una política de Estado en materia de financiamiento ya suena demagógico o estéril. ¿Cuál es su opinión?
Considero que las universidades no deben cejar en su planteamiento de acordar una política de Estado en materia de financiamiento de la educación superior. Hoy contamos con nuevos actores en la escena política del país y enfrentamos situaciones inéditas derivadas de la crisis económica y social que nos afecta. La ANUIES deberá seguir trabajando con el Ejecutivo y con los Congresos en los diversos órdenes de gobierno, a fin de avanzar en la conformación de dicha política.
Reconozco que los avances han sido poco alentadores en la materia, pese a la buena interlocución que se ha sostenido entre diversos actores en los años recientes. Con las autoridades educativas y la nueva legislatura federal seguiremos insistiendo en concretar dicha política.
¿Debe cambiar la política de financiamiento actual del gobierno? ¿Qué orientaciones deberían prevalecer en la definición de los recursos a las IES por parte del Estado mexicano?
Sí, es necesario un cambio. En materia de financiamiento de la educación superior, ya no podemos seguir dependiendo de decisiones que se toman a partir de la situación de las finanzas públicas y de las coyunturas políticas. Se requieren reglas claras y transparentes que sean asumidas por todos; resulta impostergable que el gobierno asuma una política que ubique a la educación superior, a la ciencia, a la tecnología y a la innovación como palancas estratégicas para el desarrollo del país y la superación de la crisis con visión de largo plazo.
La política que se necesita deberá sustentarse en los principios de institucionalización, suficiencia, equidad, transparencia, corresponsabilidad y reconocimiento al desempeño institucional, que son principios propuestos por la ANUIES y han sido retomados en el programa Sectorial de Educación 2007-2012. El reto ahora es darles contenido como resultado de un gran acuerdo nacional.
¿Cuál ha sido su experiencia más destacable a lo largo de su gestión al frente de la ANUIES?
Considero que han sido muchas las satisfacciones que a lo largo de mi gestión como secretario general ejecutivo he tenido; sin embargo, si debo plasmarla en una, ésa es el reposicionamiento que ha logrado la ANUIES en los últimos años, lo cual deriva fundamentalmente del trabajo realizado con proyectos de gran relevancia, como el Programa de Apoyo a la Formación Profesional, el Sistema Nacional de Educación a Distancia, la Fundación Educación Superior-Empresa, así como el que la asociación participe en la Reforma Integral del Nivel Medio Superior con el gran abanico de actividades que han derivado de ella, lo cual nos permite percibir el reconocimiento del Poder Ejecutivo y de la Cámara de Diputados como ocurrió con la legislatura pasada, con lo cual se logra también el reconocimiento social que legitima nuestro quehacer.
¿Cómo definiría que deben ser sus relaciones con el gobierno? En su caso, ¿cómo han sido en términos de interlocución y de resultados? Usted se ha visto contrariado por algunas decisiones.
La ANUIES juega un papel de bisagra entre las instituciones de educación asociadas, muchas de ellas autónomas, y el Estado. En relación con el gobierno federal, como secretario general ejecutivo he mantenido una constante interlocución y coordinación, particularmente con las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para el desarrollo de diversos programas de apoyo a la educación media superior y superior, a la ciencia y a la tecnología. En los años que he estado al frente de la ANUIES, siempre he visto una gran apertura de las autoridades federales a escuchar nuestros planteamientos. En este terreno, la relación ha sido fluida y de gran apertura. Prácticamente todas las decisiones del gobierno federal relacionadas con las políticas públicas en estos sectores han sido consultadas con la ANUIES, y algunas incluso han tenido correcciones. Claro que no siempre se han tenido los resultados deseados, sobre todo en lo tocante precisamente al financiamiento de la educación superior.
¿Cuáles son las grandes líneas de la ANUIES en materia de autonomía y financiamiento?
En cuanto a la autonomía, la ANUIES ha ratificado el precepto constitucional de la autonomía universitaria ante diversos actores políticos. En meses recientes, en el marco del análisis realizado en la Suprema Corte de Justicia en relación con los amparos interpuestos frente a decisiones de autoridades universitarias, la ANUIES ha sido enfática en el respeto que se debe tener a este principio. Las instituciones de educación superior a las que la ley les otorga autonomía deben tomar sus decisiones de acuerdo con su propia normatividad y sin ninguna intromisión externa.
¿Qué sigue en el programa de desarrollo de la ANUIES?
Me parece que básicamente el curso a seguir se relaciona con una dinámica de continuidad al trabajo realizado en los últimos años, pues ello permitirá seguir la línea estratégica de acción orientada por la visión que la ANUIES estableció para la educación superior hacia el año 2020, así como permanecer en la atención de los postulados que establece el documento Consolidación y avance de la educación superior en México. Elementos de diagnóstico y propuestas.
Por otra parte, se considera oportuno hacer de la consolidación un propósito permanente que incentive la conclusión y el seguimiento de proyectos, o bien de los temas que integran la agenda de la educación superior, con respuestas actuales y congruentes con los escenarios nacional e internacional de la educación superior; que atiendan a la dinámica de los cambios y transformaciones acontecidos recientemente en los campos de la producción, los servicios, la cultura y la organización social.
Principios básicos
En materia de financiamiento, la ANUIES sostiene cinco principios básicos, los cuales se encuentran expresados en el documento Consolidación y avance de la educación superior en México:
• La educación superior, la ciencia y la tecnología son bienes públicos, por lo que el Estado tiene la responsabilidad principal en su sostenimiento.
• A ningún estudiante capacitado debe negarse el acceso a la educación superior por motivos no académicos.
• Los principales actores sociales beneficiados de la educación superior, los estudiantes, tienen la obligación de contribuir, en la medida de sus posibilidades, a su financiamiento.
• Las instituciones deberán establecer vínculos con organismos sociales y empresas para diversificar sus fuentes de financiamiento.
• La autonomía de que gozan las universidades deberá ser respetada firmemente por las políticas de financiamiento público.
Campus Milenio


GOLPE “BRUTAL”, EL RECORTE A LAS UNIVERSIDADES: ALFREDO DÁJER, RECTOR DE LA UADY
Jorge Medina Viedas
El recorte al presupuesto a las universidades constituye una reducción real de 30 por ciento del gasto de operación de 2009. No se puede matizar ni ocultar. Es la interpretación llana y objetiva del rector de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Alfredo Dájer Abimerhi, quien lo explica de manera clara y puntual: “si se aplica el anunciado recorte de 1 por ciento al presupuesto de las universidades, podría parecer algo menor, pero no lo es. Ese recorte no puede ser aplicado en el ramo mil, es decir, salarios y prestaciones, en resumen en la nómina, y siendo este concepto el que ocupa entre 80 y 90 por ciento del gasto de las instituciones de educación superior (IES), resulta que sólo podría aplicarse en el restante 10 a 20 por ciento que corresponde a los gastos de operación de las universidades, lo que significaría una reducción real de 10 por ciento en la operación, y si se tiene que aplicar en los últimos cuatro meses del año, significa un recorte en la operación de las universidades de 30 por ciento en este lapso, lo que sería un golpe brutal”, explica.
El rector Dájer, en entrevista con Campus, amplía sus puntos de vista sobre la política de financiamiento y expone diversos razonamientos sobre la educación superior y la Universidad Autónoma de Yucatán.
Respecto del financiamiento, ¿cuál es su postura frente a la política del gobierno federal?
Nuestra postura es de incertidumbre, no están claras las políticas de asignación de fondos, en lo que a presupuesto ordinario se refiere, en cuanto a las bolsas extraordinarias, las políticas y las reglas de operación están claras.
¿Cuál ha sido su experiencia durante su rectorado en el tema presupuestal? ¿Qué destacaría como positivo y como negativo?
Durante este tiempo he aprendido que trabajando con austeridad y con calidad se han podido conseguir los apoyos suficientes para la operación y crecimiento de la universidad que me honro en representar. Con el presupuesto ordinario sale lo básico y con las bolsas extraordinarias, el crecimiento. Lo negativo es la falta de claridad y la incertidumbre constante y que la gestión de recursos ocupe la mayor parte de nuestro tiempo, dejándole menos al trabajo en el interior de nuestras instituciones. Lo positivo son las bolsas extraordinarias que nos han permitido crecer y avanzar en la calidad con equidad y pertinencia.
¿Debe cambiar la política de financiamiento actual del gobierno? ¿Qué orientaciones deberían prevalecer en la definición de recursos por parte del Estado mexicano?
Creo que sí debe cambiar, debería ser una política que le otorgue más certidumbre a rubros tales como la educación, y debería permitir una planeación y certidumbre a mediano y largo plazo, sobre todo en el ámbito de aquellos programas que son de largo alcance.
En el caso de la Universidad Autónoma de Yucatán, ¿cuáles han de ser las normas de aplicación de los mismos presupuestos?
Lo seguiremos haciendo como hasta ahora, eficientando el gasto, con austeridad, y atendiendo aquellos programas y proyectos que son prioritarios en nuestro Programa de Desarrollo Institucional.
¿Cómo definiría la autonomía universitaria desde una perspectiva histórica en la vida de las universidades mexicanas?
La autonomía universitaria es un baluarte de las universidades, sin autonomía no podría haber estabilidad académica, no habría libre discusión de las ideas, no hubiera gobernabilidad ni autodeterminación del rumbo de las instituciones. No pudieran hacerse verdaderos ejercicios de planeación para que cada institución determine su rumbo y sus programas prioritarios. Históricamente, la autonomía ha jugado un papel importante en el desarrollo de las universidades, las hay que nacieron autónomas, la Autónoma de San Luis Potosí, y son las más antiguas en autonomía como la Nicolaíta de Michoacán, pero todas de alguna manera hemos disfrutado de ella y eso ha permitido el desarrollo alcanzado por las IES, hasta el momento. No en balde la educación superior pública está poniendo un ejemplo de calidad.
¿Cuál es el significado de la autonomía para la UADY? ¿Cuál es el sentido de su expresión “la autonomía es el sendero por el cual la universidad transita en la búsqueda de su plena identidad y trascendencia social”?
Para la UADY, la autonomía siempre ha existido de hecho y hace 25 años nos fue concedida por la Legislatura del Estado de derecho. Esto nos ha dado 25 años de estabilidad, de avance en la calidad educativa, y de gobierno autónomo ininterrumpido durante este periodo.
Hacemos la alusión de la autonomía como un sendero por el cual transitamos en la búsqueda de nuestra plena identidad y trascendencia social, porque un sendero es de andar pausado, es decir, no avanzamos más lento que la sociedad a la que nos debemos, porque si lo hiciéramos así estaríamos siendo reactivos a las necesidades y estaríamos proponiendo soluciones a problemas ya pasados, tampoco debemos transitar como en una autopista, a mayor velocidad que el desarrollo de la sociedad y de los procesos académicos que deben tener sus tiempos de análisis, asimilación y maduración, de hacerlo nos desfasaríamos. Debemos avanzar como en un sendero donde vamos a la par que el entorno. Eso nos reafirma en nuestra identidad y misión social y nos hace trascender socialmente en la acción universitaria.
En los procesos de evaluación o en la aplicación de las políticas de los gobiernos federal y estatal se producen contradicciones con la autonomía universitaria, como lo señalan algunos investigadores educativos, ¿de qué manera pueden superarse?
Creo que estas contradicciones se producen en apariencia, yo no recuerdo que nos hayan impuesto nada por parte del gobierno federal. Sin embargo, cuando una universidad tiene un rumbo claro y un proyecto de desarrollo consensuado y sólido, los programas y lineamientos federales pueden utilizarse para apoyar dicho proyecto. No obstante, en algunas ocasiones la autonomía llega hasta donde alcanza la economía.
¿En qué va a poner mayor énfasis en sus acciones institucionales? ¿Qué sigue en su proyecto rectoral, para ser más claro?
Como mencioné, estamos trabajando en nuestro Programa de Desarrollo a diez años, donde se contemplan 15 programas prioritarios en donde se atiende, Modelo Educativo y Académico, desarrollo de profesores y cuerpos académicos, investigación y posgrado, alumnos, procesos de gestión, trabajadores administrativos y manuales, programas educativos, comunicación estratégica, todos dentro de un enfoque de responsabilización social y trascendencia hacia la sociedad a la que nos debemos, parados firmemente en la calidad académica. Nos seguiremos preocupando por el desarrollo y calidad de nuestra universidad, con la firme creencia de que están basadas en el desarrollo y calidad de las personas que en ella laboramos y de nuestros alumnos.
Campus Milenio
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ESTAMOS LLEGANDO AL LÍMITE: CANDITA GIL JIMÉNEZ, RECTORA DE LA UJAT
Jorge Medina Viedas
Entre el desaliento y la esperanza. Es el estado de ánimo de muchos rectores de las universidades públicas con el asunto del presupuesto. La rectora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Candita Gil Jiménez, lo dice de forma impecable: “hemos acatado todas las reglas del juego; han anunciado los recortes y se ha enviado el presupuesto 2010 y va castigado; estamos llegando al límite, pero la verdad es que tengo confianza en la sensibilidad de los legisladores”.
En las albeantes y funcionales oficinas de la Rectoría, dividida en una sala de juntas y un despacho donde un lienzo con un Juárez impresionante mira hacia su escritorio de madera pardusca, la rectora y maestra en Ciencias explica la situación de la universidad de cara a las circunstancias económicas del país.
Abiertamente convencida, con emoción inoculta, recuerda que las universidades públicas son un patrimonio invaluable de la sociedad, y buena parte de la estabilidad del país se puede atribuir a la responsabilidad de las instituciones de educación superior públicas.
La rectora Gil Jiménez, navegando en su segundo periodo rectoral y con la experiencia de haber vivido ya éstas y otras contingencias, explica con firmeza las condiciones en que hoy se desenvuelven las instituciones educativas: “la economía de mercado obliga a que las universidades se sometan a las reglas del entorno y busquen —quiero resaltarlo— la estabilidad social, pero no podemos perder de vista que es en estos centros de estudios donde se han generado los grandes cambios que han impulsado el desarrollo nacional”, señala.
No obstante, con cierto desánimo comenta que por momentos las situaciones del entorno se vuelven como una fuerza que presiona, cuando las evaluaciones y las restricciones económicas se juntan. Es cuando afirma que se sienten en el límite: “y la verdad es que eso nos detiene, nos frena para seguir desarrollando los programas de calidad”, señala.
La maestra Candita comenta: “mis amigos y mis compañeros rectores y rectoras tenemos enfrente un gran reto y estoy cierta de que no perdemos la esperanza. Yo espero que el Congreso actual, los legisladores sientan este compromiso de las universidades, que reconozcan que en los años recientes nos la hemos rifado con el país y hemos dado cuenta de nuestro trabajo porque entendemos nuestro papel como universidades públicas”.
La rectora de la UJAT abunda en la explicación de las situaciones que viven las universidades para la obtención de recursos públicos: “nos impulsaron a ser mejores y todos entendimos hacia dónde debíamos ir; pero la realidad es que hoy todavía estamos trabajando en algunos laboratorios con tecnologías y equipos que pertenecen al siglo pasado, y que no nos alcanza para modernizarnos y actualizarlos; y no sorprenda que a veces pensamos en si los profesionistas que están egresando de nuestras universidades no corresponden al pasado, en lugar de estar produciendo, válgase la expresión, profesionistas para el presente y el futuro”.
Afirma también que desde hace muchos todo mundo habla de la crisis, pero debe haber la habilidad del gobierno para salir adelante y eso no será posible si se siguen conformando enormes e ineficientes aparatos burocráticos que, dadas las condiciones actuales, hay que reducir.
Se debe entender que “la universidad está sacando la cara por el país y se debe seguir formando a los científicos que se necesitan, seguir haciendo investigación, si no queremos quedarnos en el pasado en materia de conocimiento y tecnología”, expresó Gil Jiménez.
E insiste la maestra en el caso de que se imponga la insensibilidad entre los legisladores, reconoce, "tristemente", que habrá que empezar a recortar programas, y eso sería mucho muy costoso, pues ya se ha invertido en ellos.
No es posible que en desarrollo tecnológico, añade, México esté siendo rebasado por países que antes no competían con nuestro nivel de desarrollo y nuestras capacidades tecnológicas, pero, de acuerdo con la rectora, “nos equivocamos en la política industrial, pero estamos en tiempo y lo sensato para el país es que rectifiquemos; nos equivocamos, ya perdimos muchos años y es tiempo de hacer bien las cosas, como lo han demostrado otros países en el mundo, ahí están los asiáticos como ejemplo”, señala.
Hay que poner por delante la sensibilidad social a la hora de pensar en el presupuesto de la educación, indica Gil Jiménez: en las becas de los estudiantes, en el presupuesto de Pronabes, este programa que vino a dar mucha esperanza y oportunidades a miles de estudiantes, y sobre todo, es un programa que a mí, cuando nació, me impactó, sobre todo porque dio preferencia a las mujeres que históricamente han sido las que desertan de la educación, por ser ellas las que se sacrifican por sus padres, por sus hermanos menores o obligadas a trabajar, dejan los estudios”.
Pronabes, aseguró, “es un gran programa que nos ayuda a tener un mejor pueblo… entonces, dejar de invertir en este programa, que es una oportunidad para los jóvenes, es fatal”.
Además, en el caso de la UJAT, la reducción del subsidio tiene otro tipo de consecuencias, argumenta la rectora de la institución que vivió el trauma de la inundación en 2007 y la repetición en 2008. Notoriamente conmovida por los recuerdos, la rectora Gil Jiménez recuerda que ambos eventos pusieron a prueba la capacidad de la sociedad tabasqueña que superó rápida y valientemente la tragedia; todos los sectores, el gobierno estatal, el gobierno federal, apoyaron la tenaz lucha de los tabasqueños para rescatar las zonas devastadas; aquí, apunta, los universitarios brindamos nuestra solidaridad, las instalaciones de la UJAT sirvieron de albergue a cientos de tabasqueños damnificados, y como afectados directos, los universitarios lograron también superar la situación con una enorme voluntad, pero lo hicieron hasta emerger, para seguir trabajando para el desarrollo de Tabasco, y para continuar avanzando en la consolidación de una universidad fuerte, una universidad que es un proyecto de los tabasqueños, afirma.
La UJAT, patrimonio de los tabasqueños
La rectora Gil Jiménez manifiesta estar convencida de que para avanzar y desarrollar la comunidad tabasqueña y de la sociedad mexicana, el camino para lograrlo, de cara a todos los retos, es sin duda la educación, la educación de calidad, una educación con pertinencia, con equidad.
Dijo estar comprometida con la educación de los jóvenes, a quienes hay que apoyar para que enfrenten los problemas propios de la época, salud, drogadicción, de problemas de orden social y enfermedades psicológicas que, sin duda, repercuten en su rendimiento escolar.
El compromiso, apunta, es muy grande. Las universidades públicas, reitera, cotidianamente demuestran que están formando la sociedad de hoy y del futuro.
En ese sentido, Gil Jiménez defiende que todos los proyectos que busquen impulsar el desarrollo intelectual, moral y deportivo de los jóvenes son una inversión. Sostiene que “es un error que quienes revisan el presupuesto —las autoridades federales o los legisladores— estén viendo cuánto le van a invertir al sector educativo y piense en qué y cómo lo van a gastar las universidades”.
El destino del gasto que hacen las universidades, explica, es muy claro: capacitación, formación y desarrollo de capital humano que necesitan Tabasco, la región y el país, enfatiza.
En eso repercutirá, asegura, el gasto en el apoyo que se le brinda a los programas de movilidad estudiantil, el Verano Científico, en sus becas de transporte.
Aquí la rectora precisa la importancia de que estudiantes y profesores también tengan la oportunidad de la movilidad, de ir a hacer estancias a lado de investigadores, de profesores o a tomar su curso en otra universidad dentro y fuera del país. Estas experiencias cambian la visión, la forma de ver la vida, la forma de afrontar y enfrentar los problemas que se le presenta a cada uno de ellos.
Sostiene la rectora que esta movilidad estudiantil y magisterial está beneficiando no sólo a la universidad, no sólo al estado de Tabasco, sino a todo el país.
Por otra parte, considera que los convenios que ha signado la universidad con Petróleos Mexicanos (Pemex) han permitido verdaderamente que ese dinero se vea reflejado en todos estos alumnos y profesores de esta universidad, “y eso es muy satisfactorio, porque aparte de los recursos que proporcionan, importa el conocimiento que dan a la UJAT”.
En tal sentido, sostiene que “las universidades deben ver estas acciones como una parte muy importante de la vinculación con el entorno. Desde hace unos años, en las universidades o en los centros de educación superior se ha tenido un importantísimo número de profesores estudiando maestrías y doctorados, especializándose, pero el conocimiento ya ha quedado dentro de los espacios que ocupamos las universidades y hoy la necesidad nos ha obligado a tener que ir buscando esta vinculación con sectores estratégicos del desarrollo nacional, y en eso consisten nuestros convenios con Pemex”, explicó la maestra Candita.
La UJAT, una institución joven, con pertinencia y calidad
Para la rectora, la UJAT esta viviendo uno de los mejores momentos de su existencia. El antiguo Instituto Juárez, luego Universidad y la ahora Universidad Juárez Autónoma de Tabasco va a cumplir 51 años en noviembre. Habla la maestra Candita: “ésta es una universidad joven, 51 años como universidad y este año se están cumpliendo 130 años de la creación de la educación media superior en el estado, porque nuestra historia viene del Instituto Juárez, que en 1958 se transforma de Instituto a la Universidad Juárez y, años después, en 1966, adquiere su autonomía”.
Y recuerda los años violentos, el movimiento de 1968, la etapa en la que había que tirarse al suelo para escapar de las agresiones de los grupos porriles que había en la década de los setenta.
Se vivían momentos de inestabilidad social. Muchos de los profesores de aquel tiempo venían a dar clases a la universidad por vocación de servir; muchos de ellos ni siquiera cobraron o muchos de ellos que fueron directores ni siquiera quedaron jubilados o con un plaza, sino vinieron a servir a la universidad pública con un sentido muy republicano y nacionalista de servir a los jóvenes, recuerda la rectora Gil Jiménez.
Y eso, afortunadamente, comenta la rectora, es historia, parte de la historia. “Hoy esta universidad trabaja también en laboratorios modernos, busca adelantar el tiempo, modernizarse, y ahí está un ejemplo con la construcción de la División de Ciencias Biológicas, de Ciencias de la Salud, con laboratorios con muy altísima tecnología que acabamos de inaugurar en Comalcalco, con la cual la UJAT inicia dos programas de Licenciatura en Médico Cirujano y Enfermería”.
Expresa su orgullo por el complejo que, en efecto, fue levantado con todo el cuidado del medio ambiente, en medio un tramo de 40 hectáreas en la Perla de la Chontalpa.
La autonomía
Al ser cuestionada por el papel que ha jugado la autonomía en todo el trabajo desarrollado por la universidad, la rectora es muy clara: “ha sido muy importante y lo cierto es que las autoridades del Estado y las autoridades federales la han respetado y de nuestra parte ha habido un ejercicio que considero responsable; nosotros nos atenemos a nuestra propia Ley Orgánica: la autonomía no significa que nosotros no estemos rindiendo cuentas; la autonomía sirve para autodirigirse y en ello hemos tratado de hacer un gran trabajo, de cuidar el entorno de la estabilidad y de la autonomía universitaria, sujetándonos y apegándonos a nuestros fundamentos legales; dándole su lugar y sus espacios a los órganos que conforman la universidad y aquí la honorable Junta de Gobierno, conformada por académicos de prestigio, ha hecho su trabajo de una manera transparente y apegada a los reglamentos legales; no son los amigos de la rectora ni los aliados de la rectora los que se nombran en las facultades, son académicos y universitarios reconocidos por la comunidad por su labor”.
Y la autonomía se refuerza, abunda, en el Consejo Universitario donde se consulta y se deliberan las decisiones fundamentales de la UJAT. En realidad, dice, aquí las decisiones se toman en cuerpos colegiados, donde el respeto y la autonomía ha estado presente, y es desde ahí donde surge y se consolida la autonomía, de estos órganos decisorios internos de la universidad que fundamenta el valor de este derecho y la automática defensa y el respeto de todos cuando sea necesario, sostuvo la dirigente universitaria.
“Voy contra mis propios indicadores”
La revisión de los logros de la UJAT, las acreditaciones y certificaciones que la llevaron a formar parte del grupo selecto de universidades mexicanas, el despegue de la comunidad académica cada vez más capacitada, y el que ahora se lleven a cabo investigaciones de punta, se da por sentado en la entrevista.
Pero no hay vanidad ni arrogancia. Hay, sí, interés manifiesto de la maestra Candita en ratificar los propósitos de esta segunda etapa de su gestión al frente de la UJAT, y lo hace al explicar las características de la nueva División de Ciencias de la Salud de Comalcalco. Con este complejo, que cuenta con una infraestructura de punta, con laboratorios con alta tecnología y equipamiento, “se quiere formar estos hombres y estas mujeres que cada día nos demanda la sociedad pero, además, darle la oportunidad a quienes menos tienen, a quienes, si no existieran las universidades públicas, no tendrían acceso a formase y ser profesionistas en el en el futuro inmediato, así que hoy, cuando veo esta universidad llena de trabajo, veo a los muchachos haciendo una cantidad inmensa de deporte, ejercitándose, participando en los talleres culturales”.
En ello se detiene. La UJAT, afirma, está para generar esas oportunidades que requieren los jóvenes en ésta y en otras regiones del Estado, “y en la medida de que la universidad esté haciendo presencia a lo largo y ancho del estado de Tabasco, estamos cumpliendo con el mandato que, considero, es un mandato constitucional, que es la educación en este país”.
Por todo esto, la rectora de la UJAT pondera de manera especial su segundo periodo: “mi segundo periodo como rectora va a ser más difícil y complejo, porque voy contra los propios resultados del primer periodo; ése es mi temor; porque cuando hay un primer periodo o terminas tu gestión con excelentes resultados (y no lo digo yo, ahí están los datos), con las cosas como están en materia económica, con menos recursos para sostener toda esta infraestructura académica, estudiantil, laboratorios, procesos certificación, de mejora continua, un mundo cambiante de más exigencias, etcétera, las tareas que debes hacer y los retos son inmensos y más comprometedores, afirma.
Pero Candita Gil Jiménez no muestra ninguna señal de ese temor. Pronto tiene la respuesta a lo que dice, y afirma: en primer lugar yo tengo confianza en que habrá sensibilidad para apoyar a la educación superior pública y trabajaré para responder a los ojos de esperanza de los muchachos de la UJAT, afirma con una mirada cálida y con una sonrisa en los labios. Es la rectora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Candita Gil Jiménez.
Campus Milenio


UNA IMPRUDENCIA, EL RECORTE PRESUPUESTAL A LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS: EDUARDO GASCA PLIEGO, UAEM
Jorge Medina Viedas
En los tiempos actuales no se puede ser conservador. En las universidades tampoco se admite el inmovilismo. Se debe saber lo que se quiere y cómo se puede lograr. La crisis aviva los sentidos y los rectores se tienen que poner al frente para enfrentarla. Empiezan por evaluar la situación.
Habla el rector Eduardo Gasca Pliego, de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Apunta y coloca sus palabras en el centro de la cuestión: es una actitud desatinada e imprudente quitarle recursos a las universidades públicas; además, argumenta que la decisión del gobierno federal repercutirá en una mayor desigualdad social y en el deterioro de la situación económica del país.
Al señalar como un olvido y una falta de visión la falta de reconocimiento al papel de la universidad mexicana en la estabilidad y el desarrollo económico, el rector mexiquense, cruzando el ecuador de su primeros 100 días al frente de la UAEM, explica la obligación de las instituciones de actuar con una gran responsabilidad en el manejo de los recursos económicos y conforme a valores.
Gasca Pliego recuerda en entrevista exclusiva para Campus que las universidades públicas son las que abren las puertas a los alumnos que no tienen recursos e inclusive proporcionan el apoyo para que se inscriban, permanezcan en ella y concluyan su preparatoria o una licenciatura.
En otras palabras, las universidades públicas son las que le han dado fortaleza a nuestro país y son las que le han dado estabilidad política y paz social, explicó el rector. En ese sentido, es muy grave que, como efecto de los recortes presupuestales, aparezcan en el horizonte de la educación superior sombras de deterioro sobre los campus universitarios, advirtió el líder universitario.
Y señala concretamente: “en estos momento la UAEM requiere de una inversión de 240 millones de pesos para ampliar cobertura en algunas aulas de algunas licenciaturas; en la Facultad de Economía se tiene detenida una licenciatura por falta de espacios para los cursos; se requieren laboratorios, salas de cómputo, talleres que son muy necesarios y que se van a ver afectados si no tenemos ese recurso; estamos en proceso de construcción de dos unidades nuevas, necesitamos dos edificios o tres edificios más y es esto nos va limitar, pues no existen los espacios necesarios para los alumnos que vienen de segundo a tercer semestre”.
Amenazas de desgaste en materia de infraestructura, problemas internos por la cancelación y posposición de proyectos académicos y hasta conflictos laborales, son los riesgos que aparecen para las universidades como consecuencia de las medidas a las que se verán obligadas las instituciones.
Asimismo, Gasca Pliego apunta que, en un contexto donde prima el desempleo y la violencia, las universidades deben estar atentas y acordarse de la historia del movimiento de 1968, cuyas repercusiones políticas y sociales aún se sienten en el país.
Por sentido común, las autoridades deberían velar por que las universidades mantengan a los alumnos en las aulas, estudiando, preparándolos para servir a la sociedad y contribuir a la creación de empleo y superar el trance de la crisis económica, explica el rector Gasca Pliego.
Recuerda también que la universidad pública siempre estará del lado de quienes requieren un espacio en la educación superior. “Quien tiene recursos para pagar una universidad privada no tiene problemas, pero quien carece de ellos cuenta con la universidad pública, obligada a dar beneficios, apoyo y equidad a quienes menos tienen y, gracias a ellas, hemos visto que hay gente brillantísima y que ha podido sobresalir en la vida social y productiva”, afirma.
La UAEM de cara al año 2013
Con una población estudiantil de 51 mil 799, alumnos en los niveles de bachillerato, licenciatura y posgrado, miembro del Consorcio de Universidades Mexicanas, por sus altos indicadores de competitividad académica, de acuerdo con el maestro en Ciencias Eduardo Gasca Pliego, la UAEM tiene que hacer mucho más de lo hecho hasta hoy.
En la UAEM, 90.8 por ciento de los estudiantes de licenciatura cursa en programas de calidad y 31 programas son reconocidos en el padrón de calidad del Conacyt, razón por la cual se debe seguir impulsando la calidad de sus docentes y apoyar proyectos de investigación encaminados a resolver la problemática del entorno social, como los medioambientales, pero también aquellos orientados a la industria y a la innovación tecnológica, apunta el rector.
Considera Gasca Pliego que muchos industriales que se ven en problemas serios, si estuvieran apoyados técnicamente por una universidad, por medio de programas financiados por la propia industria, también resolverían muchos de esos problemas.
En la actualidad, la UAEM cuenta con 855 proyectos de investigación, y de ellos muchos están enfrentando necesidades del entorno económico, político, tecnológico, humanitario, asegura el rector.
Es por ello que, al mismo tiempo que los universitarios hacen su labor, el Estado debe hacer una mayor inversión en la universidad. “Que se nos quite 1 por ciento habla de que ya ese 1.4 del PIB se va a ver todavía reducido en 2010, y no sabemos hasta cuándo”.
Gasca Pliego precisa: “también nosotros como universitarios debemos enviar con exactitud, como tiros de precisión por decirlo así, los programas sociales con el fin de ayudar a la ciudadanía, para ayudar a nuestra sociedad para resolver las diversas problemáticas que enfrenta, y aquí estoy hablando de lo que es la responsabilidad social de la universidad. Asimismo, tenemos que buscar que nuestros profesores no falten a clase, que den todas sus materias, que estén pendientes de la asesoría de sus alumnos, etcétera, que a veces esos aspectos que damos por obvios; deben ser objeto de un mayor compromiso de nuestra parte y, para decirlo con claridad, esto es lo que nos hace ver mucho más eficientes como universidad pública”, afirma.
Esta eficiencia permite que las acciones estratégicas que llevan a cabo las universidades permitan superar la crisis, señala el rector, para quien la universidad es un factor primordial para generar conocimiento, tener profesionistas capaces, hacer investigación y producir innovación tecnológica que contribuya al desarrollo de nuestro país en todas las áreas.
Sentando las bases del Plan 2009-2013
Por medio de un programa establecido para los primeros 100 días de su gestión, la administración de Gasca Pliego, respondiendo a las demandas inmediatas y más sentidas de la comunidad, busca ordenar y orientar el quehacer universitario en tanto se elaboran el Plan General de Desarrollo 2009-2021 y el Plan de Desarrollo Institucional 2009-2013.
El Programa de los 100 Días se propone crear los instrumentos para transitar a una administración moderna que utilice procesos electrónicos más rápidos, productivos y eficientes para la comunidad, con el fin de consolidar y mejorar de manera continúa las capacidades académicas y de organización de la universidad.
Dicho programa comprende un total de 150 acciones, entre las cuales destacan la elaboración del proyecto ejecutivo para garantizar que 85 por ciento de los programas evaluables sean de calidad reconocida; el ajuste del calendario escolar, el aumento del acervo documental y electrónico de 31 programas educativos para 19 espacios académicos; el inicio de obras con una inversión de 119 millones de pesos, entre ellas la Biblioteca del Centro Universitario de Ecatepec, los laboratorios y la segunda fase de la Unidad Académica Profesional de Tianguistenco, la conclusión de las aulas de la licenciatura en Gerontología, así como el remozamiento y adecuación de laboratorios y aulas de toda la institución, entre otras.
Al final del programa todos los espacios académicos contarán con internet inalámbrica; se habrán habilitado 42 aulas digitales, entregado mil 260 computadoras más para los estudiantes y académicos, y reacreditado cinco programas; asimismo, se habrán entregado 650 becas de escolaridad y de enlace, y 32 de Verano de la Investigación Científica.
Sustento de estas acciones es la gestión entre los universitarios para impulsar sus valores, el respeto a la diversidad, la participación, la transparencia, la operación democrática de la vida universitaria, externa el rector.
Gasca Pliego explicó que en la estrategia de alcanzar un mejor desarrollo en la investigación se va a dar un fuerte impulso a la actividad científica, tecnológica y humanística, por medio de la creación de cinco programas de estudios avanzados para ampliar la oferta educativa; al mismo tiempo, se van a diseñar estrategias para consolidar equipos y redes de investigación disciplinarias, con el fin de fortalecer los cuerpos académicos que están acreditados o que son de calidad. “Aquí tenemos que ir por más”, precisa el rector.
En la fecha de la entrevista (a principios del mes de septiembre) se habían cumplido 30 metas, 104 tenían un grado de avance y 16 estaban por atender. La inversión total para el Programa de los 100 Días será de 206 millones de pesos, aproximadamente.
Fortalecer la UAEM, camino al futuro
Consciente de la responsabilidad que pesa sobre las universidades públicas y de los retos de una realidad más compleja y competitiva, el rector de la UAEM admite los riesgos a que está expuesta la autonomía cuando se le resta fuerza a la institución con la aplicación de las restricciones financieras.
Pero expresa su confianza en que con el apoyo de la comunidad universitaria —con quien busca mantener un diálogo permanente— la UAEM va mantener su ritmo de trabajo y va a fortalecerse como una institución competitiva y de calidad, en tránsito hacia el futuro.
Reitera que en estos momentos es fundamental, primero la participación de toda la comunidad, “pero tenemos que partir desde un diagnóstico, un diagnóstico que nos permita ver las fortalezas, pero también las debilidades”.
Gasca Pliego se explaya en sus propósitos institucionales: “este diagnóstico nos permite valorar dónde estamos posicionados y qué debemos hacer para lograr, con base en los parámetros establecidos, más programas reconocidos por su calidad educativa, un número más alto de profesores certificados en el nivel medio superior y superior, un mayor número de proyectos de investigación, en posgrados acreditados, y que esto tenga una tendencia y un enfoque hacia las tecnologías de la información y comunicación”.
El rector reconoce que en la UAEM se está recibiendo en este momento una generación de alumnos “totalmente diferente a nosotros como profesores: son alumnos que de entrada traen celular, están muy metidos en programas de computadora, y luego cometemos el error de encasillarlos en clases pizarroneras; tenemos que dar ese brinco, tenemos que capacitar a nuestros profesores para enfrentar esta realidad y que podamos permitirle al alumno que tenga una mayor oportunidad para el autoaprendizaje”.
Las diferentes instancias internacionales como la OCDE, señala el rector, “nos indican que debemos tener esa visión de apoyar al alumno para que tenga contacto con la realidad que va a enfrentar, tanto en el nivel medio superior como superior; no podemos permitir que egresen alumnos que no tenga experiencia; deben tener práctica profesional, tenemos que llevarlas a la realidad por medio del servicio social y las prácticas que los pueden llevar a conocer esa problemática y para que se puedan insertar de mejor manera en el mercado de trabajo”.
Aunque admite que puedan cambiar muchas cosas a futuro, sostiene que el alumno debe recibir los elementos que le capaciten para resolver problemas, y que si no se lo enseñaron en clases, él tenga la capacidad para resolverlo, indagarlo, buscarlo mediante un modelo de autoaprendizaje.
Se busca, afirma el dirigente universitario, que tenga las capacidades necesarias para resolver y enfrentarse a los cambios de la realidad, porque nadie puede hacer pronósticos seguros sobre el futuro. “Y conforme a valores”, acota.
Tomando en cuenta el contexto de retos y de incertidumbre, la UAEM está marcando los trazos por donde debe encaminarse en los próximos cuatro años. Para el rector Eduardo Gasca Pliego, el Programa de 100 Días es el trazo principal que va a guiar el quehacer de la comunidad en el cumplimiento de cumplir su compromiso de seguir formando profesionales y seres humanos íntegros, generando productos socialmente útiles y llevando ciencia, arte y cultura a todos los rincones del Estado de México, asegura.
Campus Milenio

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